martes, 18 de noviembre de 2014

Piloto.



Y entonces volvió a besarme, asentó con su cabeza y supe que me estaba entregando su cuerpo, su alma y su todo, en un solo movimiento.
Me despoje de mi remera, y de todas mis ropas, ella también quedó totalmente desnuda, sin dejar de estar sobre ella me acerqué con mi boca a su cuello, comencé  a morderlo mientras con mi mano izquierda acariciaba su vientre bajando hasta su sexo e introduciendo suavemente mis dedos en ella, su pelvis comenzó a moverse como pidiendo que vaya mas profundo, mis labios comenzaron a bajar hacia su pecho y mis dedos cada vez más profundo, los tomé como si me perteneciesen, y es que creo que en aquel momento así era,  apreté sus pechos y lamí sus pezones con pasión, ella gemía de placer, rasgaba con una mano mi espalda e introducía la otra en mi cabello, cree un camino de besos y lamidas entre sus pechos y su vientre, y luego seguí bajando hasta quedar entre sus piernas, mis dedos estaban empapados de ella, entonces suavemente comencé a sacarlos para darle lugar a mi boca, tan solo una suave lamida por la parte exterior, -oh Marco – gemía mi nombre y apretaba mi cabello. Yo la miré, le sonreí y sin dejar de mirarla di otra lamida, luego bajé la mirada y comencé a turnar mi lengua y mis dedos, cada vez mas profundo, cada vez mas rápido, sentía su placer reflejado en su pelvis que cada vez se elevaba más, sus gemidos ahogados, sus tirones de cabello,  comenzó a dejar salir pequeños gritos, sabía que podía hacerla explotar desde esa posición y así fue, al terminar ella me miró fijamente a los ojos, me besó. – Eres excelente, pero lo que yo voy a hacerte no tiene comparación – Me dijo y quedé atónito, mi cuerpo se tensó mientras ella me besaba el cuello y los roles se invertían.

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